(Fuente: La Noticia 1)
Se trata de Catalina Recuna, de 11 años. Cursa su educación primaria en la escuela primaria en el Colegio José Manuel Estrada de Coronel Suárez, y como todos los niños del establecimiento, tiene catecismo.
El párroco dijo que debía evaluar si la niña distinguía "entre un pedazo de pan y la ostia".
El párroco dijo que debía evaluar si la niña distinguía "entre un pedazo de pan y la ostia".
El cura de la Iglesia que asiste la pequeña con Síndrome de Down, Diego Kessler, puso en duda que Catalina pueda cumplir con las condiciones para recibir el sacramento.
Fernanda, mamá de la menor le preguntó al sacerdote si su hija iba a poder tomar la Comunión. Este le respondió que tenía que asegurarseque la niña distinguiera entre un pedazo de pan y la ostia. También dijo que "debía evaluar a la niña antes de tomar una decisión".
Según publica Labrujula24 Catalina fue bautizada dos veces, la primera a poco de nacer, por el padre Roberto Buckle en Bahía Blanca, cuando su vida corría peligro; y la segunda, ya recuperada, rodeada de todos sus familiares.
"Nuestra hija tiene muchos menos pecados que el más comprometido de los católicos. Su corazón es noble. Había que ver la alegría que tenía luego de la bendición de la palabra de Dios, con qué cuidado sostenía en sus brazos la Biblia que había recibido de manos del sacerdote", relataron sus padres a La Nueva Radio Suárez.
Tras el escándalo por la respuesta de Kessler, el Padre Antonio del pueblo alemán de Santa María, se comprometió a brindarle elsacramento a la menor.
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