-"Ya no quedan más lugares para nosotros Pocho, el bar de tito cerro viejo".Con esa frase me enganche a escuchar una conversación de adultos en el colectivo camino a casa de mi abuela. Ambos se veían preocupados por el cierre del Bar de tito. Más allá de que no conozca el bar o a Don Tito, sentí lo mismo que ellos.
El tiempo va modernizando todo y los viejos antros oscuros con olor a vino y a viejo, donde suele sonar tanto, cuarteto o folclore se va reduciendo y desapareciendo del mercado. De a poco le han quitado las herramientas haciendo inútiles y con menos convocatoria de su fiel clientela.
Atrás quedarán esos días en los cuales muchos hombres hacían su religiosa escapada a estos lugares para ver un partido de fútbol con otros muchachos, tomar un clasico cafe mientras se lee el diario, hablar de política y actualidad horas y horas, jugar un truco y muchas cosas Más.
Atrás van quedando este tipo de lugares con sillas y mesas de madera, cuadros de equipos de fútbol que se mezclan con algún artista colgando en la pared, una barra media singular y un sin fin de melodías de tangos y cuartetos. Atrás van quedando estos lugares que de a poco son menos concurridos y pasan a convertirse en alguna boutique de ropa, un negocio de comidas o peor aun: Un pub moderno de esos que se multiplican en muchos lados.
Después cuando pase esto y estos lugares desaparezcan alguno preguntara: "¿Donde quedo el viejo bar?
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